¿Qué es la ira?
La ira es una de las emociones básicas del ser humano y es necesaria para la supervivencia. Es útil en determinadas situaciones en las que es necesario defenderse, canalizada adecuadamente.
La ira, expresada apropiadamente, es una emoción saludable. Algunas personas se prohíben su manifestación y la suprimen por completo. Por el contrario, hay quienes la expresan de una manera explosiva. Cuando esta emoción domina, pueden producirse manifestaciones violentas.
La ira es problemática cuando se dirige sin control hacia los otros, produciendo consecuencias negativas también a quien la manifiesta.
Los puños cerrados, el enrojecimiento, la tensión muscular, la mandíbula apretada, el tono de voz elevado, la respiración acelerada, ritmo cardíaco rápido, etc., son algunas sensaciones corporales asociadas a la ira.
El objetivo es aprender a expresar las preocupaciones y necesidades sin herir a los otros. Expresarse de una manera firme, pero no agresiva, es la forma más saludable de manejar la ira.
Una de las cuestiones que puede ayudar es aprender a conducirse de manera asertiva. La asertividad es la capacidad de expresar de forma clara y directa los sentimientos, opiniones, y derechos legítimos sin ofender o atacar a las personas, aunque éstas manifiesten distintos puntos de vista al nuestro.